sin arándanos, pero con moras azules

Mi ligera obsesión con el rojo, es una cosa muy pequeña comparada con la gran, pero gran

obsesión con las historias de amor y soledad... algún día lo dije, y lo sigo afirmando, estos amores en la cercanía de lo lejano, me seducen, con metáforas de la vida plasmadas en imágenes y sonidos capaces de hacerme sentir que soy parte de una película dirigida por wong kar wai, llena de colores, de contrastes, de soledad, de un millón de tristezas, pero también de un amor, amor fracturado, amor distanciado, amor solitario, amor, simplemente amor....

de ese amor que cala aún sin saber que es amor, o de ese amor que te ha tatuado el cuerpo, o bien de esos que suelo tener muy seguido, de amor que no es amor, y es mera ilusión, como magia... no existe sólo es un juego de rapidez ante el ojo humano, de ese amor es del que más suelo sufrir y sonreìr, pero al final LOVE/AMOR

Que me hace escribir, que me hace soñar, que me hace cantar, que me hace llorar, y que al final sólo sé que se puede tener, igual que lo muerte, el amor mata, te cala y eso es algo seguro por el tránsito de nuestras vidas, perseguirlo o simplemente creer sentirlo, hace que cada uno de estos días no sean tan absurdos entre la infinidad de tantas cosas que buscamos o simplemente hallamos cómodas....

si bien esto no es una verdad, es mi "postura" no lo crees??? y la mantengo, firme en este cuarto sin espejos y sin reflejos para no encontrarme para no retarme, para no fingirme una respuesta, o bien no responderme...