naturaleza/hombre
El encuentro místico de la naturaleza y el hombre.
Pareciera que cuando abrimos los ojos, olvidamos ese hilo casi invisible con la naturaleza que nos hace permanentes e infinitos, y me refiero a lo casi invisible porque es permanente pero no tangible hasta que nos sentamos con atención a escuchar el corazón, la respiración.
En este filme te haces consciente de tu finitud en el plano material, pero percibes en mayor parte la infinitud de la vida, de los ciclos que son necesarios y que de cierta forma se repiten de una manera metafórica, cual poema escrito por los Dioses.
Es excelente mirar el tiempo pasar como es, más allá de un reloj y atesorarlos en los breves instantes que uno tiene la oportunidad de vivir, son momentos, son personas, que están sucediendo, es una mirada noble y retadora sobre lo que hacemos desde que nacemos, hasta que morimos, es un increíble ejemplo de lo que tiene que ser una dramaturgia visual, en su lenguaje detallado, pero también es una nota para quienes creemos ser sólo cuerpo, somos más que eso.
Una espectacular narración capaz de hacer vibrar el corazón desde el comienzo, al final, trasladándonos a una mágica transición de las estaciones de la vida, del amor, del ser, sin duda, una plena poesía que hasta el día de mañana se guardará en el pensamiento y hará recordar simplemente la vida, y la muerte, el paso es solo abrir los ojos y cerrarlos, y lo que está ahí por en medio dejarlo suceder.
Las naturalezas mostradas en un pequeño fragmento de fragmentos, y sin embargo ahí están, sin duda las palabras podrías sonar repetitivas o poco congruentes, quizá un poco más del lado de lo onírico, pero es que este filme toca fibras muy internas de cualquier ser humano que la vea, y también por encima, por este cuerpo que al final de todo termina, trascendiendo en el todo que le rodea, permaneciendo, y siendo una y otra vez más un ciclo de diversas formas, pero siempre bello.
Para concluir, quiero decir de manera sincera que es una película hermosa, y que sin duda muestra tanto, que hasta en cierto momento uno tiene que parar y respirar, para poder ver que ahí esta la vida, y uno es parte de ella.
Gracias porque a través de 4 vueltas, se explica el infinito en la naturaleza humana.
Pareciera que cuando abrimos los ojos, olvidamos ese hilo casi invisible con la naturaleza que nos hace permanentes e infinitos, y me refiero a lo casi invisible porque es permanente pero no tangible hasta que nos sentamos con atención a escuchar el corazón, la respiración.
En este filme te haces consciente de tu finitud en el plano material, pero percibes en mayor parte la infinitud de la vida, de los ciclos que son necesarios y que de cierta forma se repiten de una manera metafórica, cual poema escrito por los Dioses.
Es excelente mirar el tiempo pasar como es, más allá de un reloj y atesorarlos en los breves instantes que uno tiene la oportunidad de vivir, son momentos, son personas, que están sucediendo, es una mirada noble y retadora sobre lo que hacemos desde que nacemos, hasta que morimos, es un increíble ejemplo de lo que tiene que ser una dramaturgia visual, en su lenguaje detallado, pero también es una nota para quienes creemos ser sólo cuerpo, somos más que eso.
Una espectacular narración capaz de hacer vibrar el corazón desde el comienzo, al final, trasladándonos a una mágica transición de las estaciones de la vida, del amor, del ser, sin duda, una plena poesía que hasta el día de mañana se guardará en el pensamiento y hará recordar simplemente la vida, y la muerte, el paso es solo abrir los ojos y cerrarlos, y lo que está ahí por en medio dejarlo suceder.
Las naturalezas mostradas en un pequeño fragmento de fragmentos, y sin embargo ahí están, sin duda las palabras podrías sonar repetitivas o poco congruentes, quizá un poco más del lado de lo onírico, pero es que este filme toca fibras muy internas de cualquier ser humano que la vea, y también por encima, por este cuerpo que al final de todo termina, trascendiendo en el todo que le rodea, permaneciendo, y siendo una y otra vez más un ciclo de diversas formas, pero siempre bello.
Para concluir, quiero decir de manera sincera que es una película hermosa, y que sin duda muestra tanto, que hasta en cierto momento uno tiene que parar y respirar, para poder ver que ahí esta la vida, y uno es parte de ella.
Gracias porque a través de 4 vueltas, se explica el infinito en la naturaleza humana.
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