comencé

y sin esperar, solo fluyendo...
comencé...
por reencontrarme con los sonidos que procedían de mi, de mis más remotos miedos, de mi naturaleza. De mis emociones desconocidas y otras ya arraigadas, pero comencé... a sentir que no es malo poder decir adiós aunque pusiese sonar a canción elaborada por Gustavo, este tan buen amigo Cerati. Comencé a determinar que no empecé sin antes terminar... enfrentar, elevar el volumen a lo que sentía y entregarlo a quien es debido... al aire... al olvido.
Comencé a sentir, recobré el alma cuando me miré´en el espejo sonriendo, cuando me miraste y sonreí... sonreíste.
Comencé a estar aquí en vez de allá donde ya no existe, donde ya no existes, donde no existiré y al compás de notas que solamente el mismo universo decidió tocar, bailé, como nunca lo había hecho, sin moverme de aquí, y sin embargo volar... encontrarte en este comienzo de nueva historia, en el festejo de mis sueños infantilmente añorados.
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