Comenzando un agosto, esperando un muy nuevo septiembre.

Había tardado en escribir sobre este nuevo retorno al sol...

sobre el duelo de un adiós, el más doloroso desde que recuerdo haber sentido, incluso más que el de una muela.

Me refiero a ese que se siente de las entrañas, cuando el cuerpo se quiebra en trozos desde adentro y simplemente esa fuerza de unión que se tiene entre cada víscera se rompe ocasionando tales ganas de vomitar que hasta lo que algún día tragaste de pequeño se expulsa sin censura.

Millones de pactos, incluso ese que me atreví a decir cósmico, se rompió, un hoyo negro se lo tragó, y esas estrellas luces y emociones se fueron así de repente, en segundos, ya todas las lágrimas guardadas en el baúl para la partida tuvieron que incluso tomar las reservas de cuando tuviese que llorar por un hijo, ese que pensé que en tener contigo, y que tendría ojos grandes y rasgos fusionados de los dos, ahora no hay ni un dos ni un uno, ni real, ni metafóricamente, y ya menos cósmicamente.
Te encargaste de romperme en pedazos, en arrojarme una señal sin avisar del entierro, me mataste, me otorgaste el dolor sin pedirlo y no hablo de cosas cursis, hablo de cirujanos sin anestesia abriendo tu piel, desgarrándola para juntar las entrañas y revolverlas,hasta encontrar una especie de tumor que en su momento fue benigno,  yo podría llamarle amor o recuerdo, y justo cuando lo encuentran, lo estirpan, te cosen y te avientan a un hoyo, a la nada, al olvido, a la tumba donde pretendíamos morir ambos. Fue una carrera sucia, porque ninguno avisó, y sin embargo te adelantaste, al viaje, al adiós, a la guía fiel de esos sabios ancianos, les diste la oportunidad de limpiarte, y sin embargo no te diste cuenta que lo estaban haciendo a mi también sin esa guía, sin esa oportunidad de decidir como hacerlo, dijiste sí, y no te importó, lo creíste muy superficial, me olvidaste. 

Creía en ese cuento del hilo rojo, que según los japoneses te unen de por vida con el amor de tu vida, creía en que existiría la posibilidad de regresar y formar esa familia que solo contigo me vi formar desde que te vi en el parada del autobús con tu suéter rayado, y no te quise soltar después de tomar un té, y después de vivirte, y de soñarte, y de tenerte, y de perderte, y de perderte, y otra vez perderte, hasta que por fin me perdí, te perdí.

No quería escribir sobre nuestra historia, porque me duele que no sea ya nada más que historia, pero tenía que retomar esto de escribir, porque hace bien, recordar y darte cuente que lo que viene es simplemente lo que se llama VIDA ni menos ni más, que el momento preciso, la forma, sin apegos, tal vez con alguna terapia, tal vez con ese duelo que te dolió antes que a mi, o más bien, que viviste antes que yo, y hoy, a mi me toca llevar.

Te agradezco la infinita posibilidad que me diste de conocer el amor, de creer en esas 4 letras unidas en un hogar, en unos sueños, en 4 años, en algunos viajes, en locuras, en pleitos, en risas, en llantos, en comida, en gente, en errores, mis errores que también me hacen saber más humana, que me hacen saber que merezco estar así, tener mi espacio, mi momento de reflexión mis indecisiones que al final de cuentas contigo fueron una decisión clara y precisa, no hubo más un atrás, y sin embargo, hay mucho por delante, que aún no consigo entender, porque mi presente se torna con insomnios y dolor de estómago, mismos que creo y quiero llamarles reflejo de una purga de ti, y esa mi con ti. 

Ya no hay más yo con Pierre, ni Pierre con.migo, estamos en la vida, pero en diferentes caminos, fuimos y por eso hay que estar orgullosos, de que gracias a ti conocí un 2010 lleno de ilusiones de esas que como burbujas flotaban a mi alrededor y aunque explotaran podía seguir haciendo más, después pese a que las burbujas eran menos, mantuvimos, la mirada para alimentar ese sentimiento lleno de nosotros, ahora entre Puebla, DF, Oaxaca, y Puebla volvemos a comenzar, perdón, VUELVO a comenzar de manera singular y MAYÚSCULAMENTE, y miro a mi alrededor y aún siguen cosas de ti hechas por mi, que poco a poco he de dejar que no tengan ya lugar, como la foto que logré romper, pero me rehuso a hacerlo con el gato, ese no se rompe, ese es mi gato ahora, y mis botas. 

Estoy comenzando a terminar, así que por ello...
Me regalaré muchos cielos, y abriré los ojos mayúsculamente, escribiré sobre los hombres y su siempre indispensable suéter rayado, de sus sacrificios de un día. Me regalaré la vida en fragmentos, para disfrutar suspiro a suspiro entera, y siempre, todo momento será el indicado, morir por una noche si es preciso y me enamoraré, creer en un día y al otro olvidar.

Tendré siempre manzanas que se transformen en todo menos en comida, tendré música que no sea la que escuchaba-mos, será mi música. Dejaré de llamar 1999 al 2010 y pronunciaré fuerte siempre un adiós.Gracias por tantas canciones, por tantas emociones, y sobre todo por enseñarme sin palabras que esa conexión por lo menos existió hasta el día en que terminó.:)

Comenzando un agosto, esperando un muy nuevo septiembre.







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