la carta que decidì escribir y no entregar.

tengo que escribirlo de una manera pública, porque no sé cuando llegue la carta que he decidido escribir.... Tengo miedo, mucho de ese que se siente hasta por los dientes, no puedo evitar no enojarme por la forma en que todo esto ha sido, y no quiero dejar de decirte lo que yo pienso de manera profunda, no tengo ni una idea de que caramba estoy haciendo aquí en la vida, y eso poco a poco lo he ido comprendiendo, porque todos los días, me he dejado sorprender, por el cielo, por la música,por las personas, por todo aquello que siempre ha sido importante, pero también por todo lo que llevo haciendo, huir, y siempre huir, cuando más siento, miedo, hambre, recuerdos, nostalgias, tengo muchos temores y muchas filias, muchas manías, muchos recuerdos, muchos latidos ahora mismo que me permiten pensar el orden en el que se supondría me pudieras entender, y que realmente no sé si lo harás,,,, no me importa como debe llamarse esto que me haces sentir, que me hiciste sentir, no es justo recordar la posibilidad, sé que puede sonar a capricho o a una especia de intensidad, pero no puedo dejar pasar algo que ya pasó, apareciste, y no puedo negarlo, no ahora, ya no, es como tratar de esconderse y ver los zapatos asomándose y no decir nada..... No podría definir que tanto miedo me da si no volverte a ver, o verte 5 veces más, sólo quisiera poder abrazarte, me hace sentir bien, muy bien, después de mucho tiempo, que ya no era así, todo parecía efímero, las charlas, los abrazos, y de repente llegaste, no concibo este ahora sin que pudieras, besarme, tal vez suena demasiado intenso que lo escriba o que decida decírtelo, y a pesar que tomaste una decisión, quisiera que pudieses quedarte ahí, sin que me digas algo, o yo te lo pida, solo quedarte y no irte, porque realmente lo único que quiero es que estés ahí, sin títulos, sin intensidades que pudieran recordar un mal reflejo, un mal momento, transformamos, y temblar de los pies a la cabeza, reír por un día, tomarte la mano lentamente, ser frágiles y permitir ser aire que sople los males, música que armonice los oídos, y después conocernos, mirar el cielo y ver que permanecemos siendo nosotros, pero poder compartirlo, no quiero, ni puedo estar dispuesta a no saber de ti, conocer esa esencia llena de luz, llena de esperanza, y que más da si exploto, cuando ya lo hice al escucharte, y mirarte de frente... eres un secreto que hace tiempo me habian dícho, pero que no quería escuchar, eres eso que nunca dije, pero también eso que callé, y pese a eso, existes, no es que sobrevalore los pocos días, o exceda, pero quiero que no te vayas, sólo dime algo, no guardes silencio, no calles, permaneceré aquí, esperando bajo esta rueda de la fortuna, pero al menos dime que puede que sea, no digas que no puedes...

ya no sé ni como concluir esta palabrería absurda sin que pudiese guardar la memoria... pero quería que supieras que estoy ahí, pensándote, sintiendo tantas cosas que hasta el miedo, tuvo que aguardar mirando y escapar, tomar la pluma y escribir.

Un agosto maravilloso, y si tiene que se solo eso, un hermoso agosto, lo acompañaré siempre de gruyas de origami y uno que otro juego de ahorcado que pudiese decir un mensaje, de esos que hace mucho ya no se dicen, ni se sienten, un detalle que ya nadie había tenido conmigo... sonreír, y ser bella esencia.