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Estoy por cumplir dos meses desde que dejé San Cris, nunca creí haberme movido así de rápido del lugar donde aprendí a tomar "una su chela" y comer con "una su salsa" entre tantas cosas más. A más de 5 años de distancia, caigo en cuenta de la importancia que tiene ganarse y abrirse camino, no hubiera podido sin mis amigas, Enzué y Viry en ese momento, ellas confiaron en mi, me abrieron su hogar y fueron mi hogar, me doy cuenta la valioso de la amistad, y del que crean en ti, además de una cosita más que sucede en San Cris, y que ahora viniendo a Puebla, me molesta mucho, el "título" allá en la cuenca de Jovel, eres Fusha, o Marisol, o quién sea, sin importar que estudiaste, importa lo que haces y las ganas sobre lo que planteas, aquí importan los papeles, las formas, la vestimenta, los tatuajes, no es que no sea así en muchos otros lugares, pero sí es muy marcado aquí. No sé si voy a lograr tener el ritmo de DJ que tenía por allá, que también pese a todo, me gané, siempre me peleaba para que más mujeres tocaran, se pagara lo "justo" parece que aquí la lucha será igual o desertaré, ya que siguen VATOS armando eventos, donde no te quieren pagar nada, a pesar de que cobran cover, estoy navegando sobre aguas que quizá sigan turbulentas, pero no dejaré de colaborar con más gente que crea siempre en la posibilidad de los medios, del arte, para poder establecer vínculos, crear una agenda cultural, propuestas con fondo, más allá de estructuras o papeles que nos limitan. San Cris, te extraño, extraño a su gente, a mi gente, a mi círculo a mi estando allá, pero sé bien que esto que digo, me dio resiliencia para poder regresar a mi tierra y luchar por una pertenencia que ya está de facto, pero que hay que reconstruir, colaborar con personas que aquí siguen, abriendo sus puertas, su creatividad, su sensibilidad.
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